Lo que dejó la pandemia: El miedo electoral y los malos números de los oficialismos.
Desde hace ya más de un año y medio, la principal preocupación de los oficialismo en el poder, sean derecha o de izquierda, no son los opositores sino sus propios errores o el “fuego amigo”, en torno al manejo de la pandemia. La baja de casi 20 puntos en la aprobación de la gestión de Vladimir Putin debido al manejo de la pandemia y la recesión económica es una preocupación cada vez más clara para todos.
Pero Putin no ha sido el único líder golpeado en las urnas. Si bien el Reino Unido no ha tenido elecciones generales, si ha tenido sus elecciones municipales. En ellas el oficialismo (Partido Conservador), muy cuestionado por su manejo inicial de la pandemia fue derrotado por los laboristas en casi todas las grandes ciudades: Londres, Manchester, Leeds, etc. El duro revés para el oficialismo profundizó la crisis.
Quizá el mejor ejemplo del impacto de la pandemia para torcer un curso electoral se haya visto en los Estados Unidos en 2020. Donald Trump, figura casi indiscutida para la reelección hasta poco antes de la pandemia, sufrió una gran baja en su imagen por el manejo de la misma y una gran suba del desempleo. Si bien, el gobierno contrarrestó esto último, el daño ya estaba hecho y le costó a Donald Trump perder el poder.
Otro candidato severamente golpeado a partir de la pandemia fue Jair Bolsonaro. Aunque inicialmente negó el potencial efecto de la misma, terminó en una contienda con distintos gobernadores en relación al manejo de la pandemia. Su imagen, en el interín, se deterioró y resurgió su viejo adversario: Lula da Silva, quien se perfila como el gran líder opositor para los comicios a celebrarse en 2022. Hoy, Lula ganaría.
El ejemplo opuesto, pero con un magro rendimiento electoral, es el de Alberto Fernández en Argentina. El presidente argentino promovió una temprana cuarentena que fue apoyada inicialmente por muy amplios sectores. La extensión de esa cuarentena, sin embargo, profundizó otros problemas como el desempleo y la pobreza. El gobierno, por sus errores, pagó y fue aplastado en las últimas elecciones PASO.
Pero incluso en los países con mejor calidad de vida, los oficialismo han sufrido duras derrotas. Uno de esos ejemplos es el de Noruega, dónde la alianza conservadora con varios problemas iniciales en el manejo de la pandemia ha perdido el poder hace pocos días frente a los socialdemócratas. Incluso, Angela Merkel en Alemania ha recibido críticas políticas y hoy su partido podría perder el poder.
Otros mandatarios golpeados por la pandemia han sido R. Erdogan (presidente turco) y B. Netanyahu (premier de Israel). El último, recibió serías críticas de la oposición durante todo el 2020 por el manejo de la pandemia y este año perdió el poder. En cuanto a Erdogan, su imagen ha caído enormemente y ha permitido que resurja el kemalismo, principal grupo opositor que ya encabeza en numerosas encuestas.
Incluso en países como Japón, el impacto electoral por la pandemia pudo hacerse sentir. Hace solo unas semanas, el país tuvo varias elecciones municipales. En ellas, el gobierno encabezado por los liberales, fue duramente criticado por celebrar los JJ.OO. y elevar el número de contagios en la isla por esta decisión. Nuevamente, las urnas castigaron al oficialismo, obteniendo la oposición varios importantes triunfos.
Son poquísimos los casos de gobiernos fortalecidos por el manejo de la pandemia, el más emblemático es el de Jacinda Ardern, premier de Nueva Zelanda. Elogiada en todo el mundo por consolidar un sistema que permitió evitar un desastre sanitario y también preservar las fuentes de trabajo. Las urnas, en ese caso, la respaldaron con contundencia. Trudeau, en Canadá, otro de los pocos ratificados en las urnas.
fuente: Geograficahistorica1
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