Con la cantidad de dispositivos que tenemos actualmente (discos duros, tablets, pendrives, smartphone, utilizar la nube para guardar contenido) es muy habitual que tengamos que pasar datos de uno a otro. Para facilitar la carga o transferencia de esos archivos lo mejor es comprimirlos. Vamos a ver cómo.
Aunque existen muchos programas para comprimir y descomprimir, Windows 10 posee esta característica ya incorporada, por lo que no tenemos que utilizar aplicaciones externas.
Comprimir archivos y carpetas
Paso 1
En Windows podremos comprimir directamente desde el explorador de archivos:
Paso 2
En el Explorador seleccionaremos uno o varios archivos
Paso 3
Haremos clic derecho y situaremos el cursor en la opción “Enviar a”
Paso 4
En el menú emergente seleccionaremos “Carpeta comprimida (en zip)«. Y así se creará un archivo comprimido en el directorio en el que nos encontramos.